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La conexión entre Gaspar, un menor con trastorno del espectro autista, y Capitán, un perro rescatado tras ser atropellado en Curicó, fue inmediata. Desde el primer encuentro, se miraron, se abrazaron y no quisieron separarse. Hoy, comparten juegos y gran parte del día juntos, consolidando un vínculo que ha mejorado la calidad de vida del niño.
Capitán fue encontrado en calle Yungay tras sufrir un accidente y fue trasladado a una clínica veterinaria, donde recibió tratamiento para sus heridas. Una vez recuperado, comenzó la búsqueda de un hogar, proceso en el que se evaluaron distintas familias interesadas en adoptarlo. Finalmente, tras entrevistas y consideraciones, se decidió que la mejor opción era la familia de Gaspar. Desde el momento en que el perro llegó a su nuevo hogar, la conexión con el niño confirmó que la elección había sido la correcta.
Este caso refleja el impacto positivo que tienen los animales en la salud mental y emocional de las personas. Diversos estudios han señalado que las mascotas pueden reducir la sensación de soledad y fomentar la actividad física y la interacción social. La psicóloga Lilia Morales Díaz explicó que la compañía de los animales eleva los niveles de endorfinas, disminuye la ansiedad y contribuye al bienestar emocional.
Las terapias asistidas con animales han demostrado ser beneficiosas en distintos contextos, como hogares de ancianos y hospitales, donde los pacientes experimentan mejoras en su estado de ánimo y bienestar general. Casos como el de Gaspar y Capitán refuerzan la importancia de la educación y la sensibilización sobre el cuidado animal, promoviendo el respeto y la reducción del abandono y el maltrato hacia las mascotas.
Foto: Archivo, referencial