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Elon Musk, fundador y director ejecutivo de SpaceX, sugirió este jueves que es momento de comenzar los preparativos para desorbitar la Estación Espacial Internacional (EEI), recomendando que se lleve a cabo en dos años, en lugar de esperar hasta 2030 como estaba previsto. A través de la red social X, Musk indicó que la EEI ha cumplido su propósito y que su utilidad es ahora limitada.
El magnate tecnológico aclaró que la decisión final recae sobre el presidente de EE. UU., Donald Trump, pero expresó su preferencia por adelantar el proceso a 2025. La NASA, en 2024, seleccionó a SpaceX para desarrollar una nave espacial que se encargue de desorbitar y desmantelar la EEI una vez que concluya su vida útil. Este encargo incluye la creación de un Vehículo de Desorbitación Estadounidense (USDV, por sus siglas en inglés), que garantizará una reentrada controlada de la estación en la atmósfera terrestre, minimizando los riesgos para áreas habitadas.
La EEI ha estado operativa desde 1998 y ha sido un referente en la colaboración internacional en la investigación espacial. No obstante, debido a los altos costos de mantenimiento y la obsolescencia tecnológica, se ha comenzado a planificar su retiro. El proyecto encargado a SpaceX busca asegurar que el desmantelamiento se realice de forma segura y eficiente.
A pesar de que SpaceX desarrollará la nave espacial, la NASA se hará cargo de su operación una vez que la misión esté en marcha. La EEI ha sido operada por las agencias espaciales de Estados Unidos, Canadá, Japón, Rusia y la Agencia Espacial Europea (ESA), con responsabilidades compartidas sobre el hardware que proporciona cada nación. Estados Unidos, Japón, Canadá y los países miembros de la ESA se han comprometido a operar la estación hasta 2030, mientras que Rusia ha confirmado su participación al menos hasta 2028.