El papa Francisco expresó que su fragilidad es una «bendición» y agradeció la oportunidad de compartir «en cuerpo y espíritu» la condición de tantas personas enfermas y que sufren. A través del texto de su oración del Ángelus, enviado a la prensa este domingo, el pontífice manifestó su gratitud por las oraciones y el apoyo recibido, asegurando que se siente «sostenido por todo el pueblo de Dios».
El Vaticano informó que el papa pasó una noche tranquila y continúa en condición estable, sin fiebre. A pesar del episodio de dificultad respiratoria sufrido el viernes, se mantiene de buen ánimo, con capacidad para moverse y caminar, aunque en ocasiones con ayuda. Actualmente, sigue bajo ventilación mecánica no invasiva y oxigenoterapia de alto flujo.
El pontífice ha enfrentado problemas pulmonares desde su juventud, cuando le extirparon parte de un pulmón tras una neumonía grave. En esta ocasión, su hospitalización en el Hospital Gemelli de Roma es la más prolongada desde el inicio de su pontificado en 2013. Debido a su estado de salud, el Vaticano ha despejado su agenda y confirmó que no presidirá la misa del Miércoles de Ceniza, delegando la ceremonia en un cardenal.
Francisco concluyó su mensaje dominical orando por la paz en Ucrania, Medio Oriente y otras regiones en conflicto, mientras el Vaticano continúa emitiendo actualizaciones periódicas sobre su evolución.
