El gobierno de Venezuela rechazó este jueves una declaración impulsada por Estados Unidos y Argentina, a la que se adhirieron 32 delegaciones internacionales, incluyendo Chile, en la que se llama a una resolución de la crisis tras los comicios de julio. En dichos comicios, la oposición se ha reivindicado como ganadora, mientras que Nicolás Maduro fue proclamado presidente por el ente electoral oficial.
El documento, presentado en Nueva York en el marco de la semana de Alto Nivel de las Naciones Unidas, reconoce a Edmundo González Urrutia, opositor de Maduro, como el candidato que ganó «la mayoría de votos», basándose en actas electorales disponibles públicamente. Ante esto, el gobierno de Maduro calificó la declaración como un «acumulado de infamias y distorsiones», y acusó a las naciones firmantes de ser «satélites» de Estados Unidos que buscan desestabilizar al país.
En un comunicado, Venezuela reiteró que los resultados fueron ratificados tanto por el Consejo Nacional Electoral como por el Tribunal Supremo de Justicia, y criticó a las naciones firmantes, lideradas por Antony Blinken, de pretender «desconocer la voluntad democrática» del pueblo venezolano.
Entre los países que suscribieron el texto se encuentran Argentina, Chile, Canadá, Alemania, España, Reino Unido, y otros aliados internacionales.