Llegó una de las estaciones del año más esperadas por algunas personas, sin embargo, su aparición y recordando la canción de Yuri, “Maldita Primavera”, también trae consigo una mayor presión social que aumenta la ansiedad en las personas.
¿A qué se debe? Paz Lorca, directora de la Escuela de Desarrollo Social y Educación del instituto profesional IACC, plantea que “muchas veces sentimos que no estamos cumpliendo con el estado de ánimo «esperado» para una época en que debiéramos tener días más luminosos, más largos, temperaturas más agradables y oportunidad de hacer más actividades sociales”.
“Desde la promoción de una educación emocional que ayuda a las personas a identificar, comprender y gestionar sus emociones, como implementar hábitos saludables como la alimentación balanceada, actividad física, también es importante la gestión del estrés como la interacción social, por lo que hablar estos temas es visibilizar la diversidad donde no para todos puede ser la estación esperada”, puntualizó.
En este sentido y para evitar que la salud mental se deteriore en primavera, “es crucial implementar una “educación emocional” adecuada que ayude a las personas a identificar, comprender y gestionar sus emociones de manera efectiva”.
Para eso es recomendable tener conciencia emocional y autoconocimiento, que nos permita el reconocimiento de nuestras emociones y cambios de estados de ánimo.
Para lograr esto se puede escribir en Diarios de vida, practicar mindfulness y meditación, “promover técnicas de atención plena que permitan a las personas estar presentes y reconocer sin juicio sus emociones, ayudándolas a gestionar mejor sus reacciones ante los cambios estacionales, una dieta balanceada y caminar, participar de charlas o conversatorios con estos temas, un buen descanso, dormir horas que me permitan sentirme bien”, sostuvo.
Por otra parte, destacó que en esta época o en el cambio a cualquiera de las estaciones, “los cambios hormonales, las alergias y los ajustes en el ritmo circadiano pueden hacer que algunas personas se sientan emocionalmente más vulnerables o inestables”.
“Educar sobre cómo los cambios en el entorno pueden afectar el estado de ánimo y normalizar esos sentimientos puede reducir la presión y la ansiedad”, sostuvo.
En el instituto profesional IACC se potencia la educación emocional, porque saben que estudiar permite no solo aprender, sino también brillar en la vida personal de cada persona que decide cambiar el rumbo de su vida profesional.