La Fiscalía Regional de Aysén confirmó la finalización del proceso de identificación de las siete víctimas fatales del accidente aéreo ocurrido el 9 de agosto en la comuna de Coyhaique. El siniestro involucró a un avión Piper Navajo de la empresa Transportes Aéreos San Rafael, que se estrelló en la zona de Horquilla Grande, cerca de Cerro Castillo, cuando realizaba el trayecto entre Coyhaique y Chile Chico.
El fiscal regional subrogante, José Moris, informó que los restos de las víctimas ya comenzaron a ser entregados a sus familias, luego de que el Servicio Médico Legal concluyera la identificación de los pasajeros restantes la semana pasada. “Esto ha permitido iniciar la entrega de los restos, para que las familias puedan proceder con los trámites funerarios y otros que estimen necesarios”, señaló.
Entre las víctimas se encuentran el piloto Joaquín Infante Crocco y los pasajeros Sonia Muñoz Belmar, José González Navarrete, Héctor Foitzick Hernández, Patricio Asencio Paredes, Mirta Barría Santana y Millaray Cayún Padilla.
Aunque el proceso de identificación ha culminado, las investigaciones penales y administrativas siguen en curso. La Fiscalía y la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) continúan con las diligencias, con el apoyo de diversas instituciones para esclarecer las causas del accidente.