El expresidente peruano Alejandro Toledo, de 79 años, solicitó este miércoles a los jueces que lo procesan por colusión y lavado de activos que le permitan cumplir el proceso judicial en su hogar, alegando problemas graves de salud. Toledo, quien gobernó entre 2001 y 2006, reiteró su inocencia durante el alegato final del primer juicio abierto contra un exmandatario peruano por sobornos de la empresa brasileña Odebrecht.
«Les pido, por favor, déjenme curar o morir en mi casa», expresó Toledo, aludiendo a su diagnóstico de cáncer y problemas cardíacos. También recordó que estuvo tres años bajo arresto domiciliario en Estados Unidos antes de ser extraditado a Perú, donde enfrenta su juicio en prisión.
Toledo es acusado de haber recibido 35 millones de dólares en sobornos de Odebrecht a cambio de la concesión de dos tramos de la carretera Interoceánica Sur, con los pagos gestionados a través de cuentas del empresario israelí Josef Maiman. Aunque Toledo admitió que Maiman pagó las últimas cuotas de la hipoteca de su casa en Lima, negó haber tenido conocimiento del origen ilícito de los fondos, describiendo a Maiman como un «gánster internacional».
La Fiscalía peruana, liderada por el fiscal José Domingo Pérez, ha solicitado una condena de 20 años y 6 meses de cárcel para Toledo, argumentando que existen pruebas concluyentes de los delitos de colusión y lavado de activos. Según Pérez, testimonios de Maiman y Jorge Barata, exdirectivo de Odebrecht en Perú, confirman que Toledo solicitó los sobornos para favorecer a la constructora brasileña. El fiscal también ha pedido tres años de inhabilitación y el pago de una multa.
El próximo lunes, el tribunal dará lectura al adelanto de fallo, lo que determinará el futuro judicial del exmandatario, quien enfrenta junto a otros acusados uno de los casos de corrupción más emblemáticos en la historia reciente de Perú.