El presidente de Bolivia, Luis Arce, anunció una investigación exhaustiva para esclarecer el ataque a balazos ocurrido este domingo contra el vehículo en el que viajaba el expresidente Evo Morales. «El ejercicio de cualquier práctica violenta en la política debe ser condenada y esclarecida», manifestó Arce, quien calificó de inadmisible la violencia en el ámbito político y enfatizó que «no es con la búsqueda de muertos que se resuelven los problemas».
Morales, quien denunció el presunto atentado, aseguró que fue atacado mientras se dirigía a una emisora donde conduce un programa semanal. En el incidente, que dejó ileso al exmandatario, su chofer resultó herido en la cabeza. El exgobernante, líder del Movimiento al Socialismo (MAS), pidió la intervención de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para activar el Artículo 41 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, solicitando una visita urgente de observación a Bolivia debido al riesgo para su vida.
El MAS, liderado por Morales, emitió un comunicado responsabilizando al presidente Arce y a sus ministros de Gobierno, Eduardo del Castillo, y de Defensa, Edmundo Novillo, por el ataque. Según el MAS, el atentado ocurrió en medio de operativos conjuntos del Gobierno entre fuerzas policiales, militares y paramilitares, que, según denuncian, están dirigidos a reprimir y atentar contra sus simpatizantes en los puntos de bloqueo.
Este domingo se cumplen 14 días de bloqueos en varias carreteras, principalmente en Cochabamba, por parte de sectores afines a Morales. Las demandas incluyen la retirada de los procesos judiciales contra Morales, a quienes acusan de ser víctimas de una persecución política, y el apoyo a su candidatura como el representante único del MAS, además de la denuncia por el alza en los precios de alimentos y la escasez de dólares en el país.