El Servicio de Protección a la Niñez, a través de su director regional César Guzmán, destacó un hito significativo en la Residencia Rayen de Copiapó, administrada por la Fundación Creeser, en el contexto del aniversario de esta institución. Guzmán subrayó el valor de un taller especial impartido por la artista local Leslie Pérez, titulado “Cuentos sin Páginas”, donde niños y niñas participaron activamente, fortaleciendo habilidades de comunicación y exploración de sus sentimientos y perspectivas. Guzmán enfatizó la importancia de que los menores puedan expresar sus necesidades y emociones, apuntando al desarrollo integral y a la toma de decisiones sobre sus propios procesos.
Leslie Pérez relató su experiencia con emoción, expresando que encontró en los niños una disposición alegre y participativa, lo cual la motivó a ofrecerles un momento de creación e imaginación. “Les conté el cuento de ‘Los tres cerditos’, y ellos se involucraron completamente, haciendo voces y sonidos, llenando hojas con dibujos e incluso relatando partes de la historia”, comentó. Pérez destacó la alegría reflejada en los ojos de los niños y el esfuerzo que pusieron en cada actividad, señalando que esta experiencia les brindó un respiro y les permitió imaginar una realidad distinta.
Solange Gárate, directora de la Residencia Rayen, resaltó la importancia de la actividad en los procesos de recuperación de los niños, quienes experimentaron la oportunidad de participar y expresar sus opiniones, mientras fortalecían su imaginación y habilidades de lectoescritura. Según Gárate, estas instancias también motivan a las educadoras que diariamente acompañan a los niños, enriqueciendo las actividades cotidianas en la residencia.
Las educadoras presentes, Dafne Rodríguez, Marlene Ardiles y Jessica Sanes, comentaron que el taller fomentó la imaginación y creatividad de los niños, mejorando su concentración y habilidad lingüística, además de desarrollar su comprensión emocional y fortalecer los vínculos entre ellos y con los adultos. La actividad, además de ser lúdica e interactiva, generó un ambiente de respeto y cooperación.
Dado el éxito de esta actividad, se ha planificado extender la experiencia a otras residencias de la región, con el fin de ofrecer a más niños y niñas oportunidades de recreación y crecimiento en un entorno seguro y de cuidado, un compromiso fundamental del Estado y la sociedad con los menores que han vivido situaciones de vulnerabilidad.