Japón, Estados Unidos y Corea del Sur comenzaron este miércoles ejercicios militares conjuntos en el Mar de China Oriental, en el marco de las crecientes tensiones en Asia-Pacífico y el acercamiento estratégico de Corea del Norte con Rusia. El ejercicio trilateral, denominado ‘Freedom Edge’, es la segunda ronda de maniobras que las tres naciones han realizado en 2023 y se extenderá por tres días alrededor de la isla surcoreana de Jeju.
Este ejercicio involucra la participación de buques de guerra y aviones de las tres fuerzas armadas, incluyendo el portaaviones estadounidense USS George Washington, el destructor surcoreano ROKS Seoae Ryu Seong-ryong y el destructor japonés JS Haguro. Los objetivos de las maniobras incluyen entrenamientos contra misiles balísticos, submarinos y aviones de combate, y pretenden fortalecer la interoperabilidad y la cooperación militar en la región para salvaguardar la paz y estabilidad del Indo-Pacífico.
La actividad militar de Tokio, Washington y Seúl ocurre en un contexto de alianza estratégica entre Corea del Norte y Rusia, en la que soldados norcoreanos se han sumado al combate junto a las fuerzas rusas en Ucrania. Según fuentes ucranianas, alrededor de 50.000 efectivos rusos y norcoreanos se encuentran en la región rusa de Kursk enfrentando a las fuerzas de Kiev.
Este acercamiento de Corea del Norte y China a Moscú, junto con la intensificación de maniobras militares chinas en torno a Japón, ha llevado a protestas por parte de Tokio. La situación se agrava tras violaciones del espacio aéreo japonés por parte de Pekín, que en agosto provocaron una respuesta defensiva de Japón.
Japón y Corea del Sur han confirmado la posibilidad de reuniones bilaterales con el presidente chino, Xi Jinping, en los márgenes de los próximos eventos internacionales, incluyendo el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en Lima y la cumbre del G20 en Brasil, buscando abordar la estabilidad en la región frente a estas nuevas alianzas y tensiones.
