Una reciente investigación publicada en la revista Nature en noviembre de 2024 podría arrojar luz sobre el misterioso “efecto rebote”, fenómeno que lleva a muchas personas a recuperar rápidamente los kilos perdidos tras adelgazar. El estudio sugiere que el tejido adiposo conserva una «memoria epigenética» de la obesidad, lo que dificultaría el mantenimiento del peso perdido.
El equipo de investigadores descubrió que la obesidad genera cambios en el epigenoma, un conjunto de compuestos químicos y proteínas que modifican la actividad de los genes. Estas alteraciones epigenéticas hacen que las células grasas pierdan su función normal, con efectos que persisten incluso después de una reducción de peso significativa.
El estudio comprobó este fenómeno en ratones obesos sometidos a dietas estrictas. Aunque lograron adelgazar, sus células grasas mostraban patrones genéticos ligados a la inflamación y la fibrosis, características asociadas a la obesidad. Los científicos también analizaron muestras de tejido adiposo humano, confirmando que los genes de las personas que han sufrido obesidad permanecen más activos en comparación con aquellos que nunca padecieron esta condición, incluso tras cirugías bariátricas.
Laura Hinte, coautora del estudio, advierte que esta memoria epigenética implica que las personas que adelgazan necesitarán cuidados continuos para evitar la recuperación del peso perdido. La investigación subraya la importancia de entender la obesidad como un problema de largo plazo, más allá de las soluciones rápidas, y recalca la necesidad de desarrollar estrategias personalizadas para mantener el éxito en la pérdida de peso.