El Ejército ruso ha logrado tomar el pueblo de Novi Illinka, ubicado en las cercanías de Kurájove, en la región de Donetsk, estrechando aún más el cerco sobre esta localidad clave. El Ministerio de Defensa de Rusia ha informado que las fuerzas de la agrupación militar Tsentr (Centro) conquistaron el pueblo, situado a orillas del embalse en el río Vovcha.
Kurájove, que antes de la guerra contaba con aproximadamente 20.000 habitantes, es el siguiente objetivo en la ofensiva rusa. Las fuerzas ucranianas están intensamente combatiendo en el centro de la ciudad para frenar los avances enemigos, como informan tanto el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) como fuentes de ambos bandos.
En los últimos días, las tropas rusas han logrado conquistar más de 600 kilómetros cuadrados de territorio en Donetsk, alcanzando un récord semanal en 2024, y superando las ganancias del mes de octubre. Según el ISW, los avances rusos en el sur de Donetsk en las últimas semanas han sido más significativos que en todo el año 2023, lo que subraya el ritmo acelerado de la ofensiva.
Además, Rusia ha intensificado sus esfuerzos en la región nororiental de Járkov, avanzando hacia las ciudades de Izium y Kúpiansk, con la intención de atacar los centros de operaciones ucranianos en el Donbás, como Kramatorsk y Sloviansk.
Aunque las ganancias rusas son significativas, los expertos occidentales advierten que no se espera una ruptura total de las defensas ucranianas antes de la llegada del invierno. Según estimaciones del ISW, a este ritmo, Rusia necesitaría hasta un año para tomar los 8.000 kilómetros cuadrados de Donetsk que aún están bajo control ucraniano.
Por su parte, Ucrania confía en que el reciente permiso estadounidense para el uso de misiles de largo alcance contra objetivos rusos en territorio enemigo pueda ralentizar la ofensiva en curso.