Durante la primavera y el verano en Chile, se abre una oportunidad perfecta para disfrutar de una gran variedad de frutas frescas y ricas en nutrientes esenciales, que también aportan múltiples beneficios para la salud.
Entre las frutas más destacadas de esta temporada se encuentran las frutillas, cerezas, duraznos, damascos, sandías, melones, uvas, higos, moras y frambuesas. “Estas frutas, además de su sabor, son fuentes de hidratación, vitaminas y antioxidantes que ayudan a mantener un cuerpo sano durante los días más calurosos”, comenta Betsabé Gajardo, académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad de los Andes.
En este sentido, la académica UANDES agrega que “estos componentes, mencionados anteriormente, ayudan a combatir el envejecimiento prematuro, proteger la salud cardiovascular y mantener el cuerpo bien hidratado durante los meses más calurosos del año”.
Betsabé Gajardo, académica de Nutrición y Dietética UANDES, detalla cuales son estas frutas y sus beneficios respectivos.
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Frutillas y cerezas: protección para el corazón y el sistema inmunológico
Las frutillas, ricas en vitamina C y antioxidantes, no solo fortalecen el sistema inmunológico, sino que también contribuyen a la salud de la piel. Por su parte, las cerezas destacan por su contenido de melatonina, que mejora la calidad del sueño, y antioxidantes, que reducen la inflamación y favorecen la salud cardiovascular.
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Duraznos y damascos: salud de la piel y digestión
Los duraznos y damascos aportan vitaminas A y C, necesarias para la regeneración de la piel y la visión. Estos frutos también son ricos en fibra, lo que ayuda a mejorar la digestión y prevenir el estreñimiento.
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Sandía: hidratación y protección solar
La sandía, con un 90% de agua, es ideal para mantenerse hidratado en los días más calurosos. Además, contiene licopeno, un antioxidante que protege la piel de los daños solares.
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Frambuesas: aliados del cerebro y la digestión
Las frambuesas, cargadas de vitamina C y antioxidantes, promueven una buena salud cerebral y reducen el riesgo de enfermedades neurodegenerativas. Su contenido en fibra también es clave para mantener un sistema digestivo saludable y equilibrado.