Consejos para prevenir infecciones respiratorias

Cuidar la salud de tus hijos y prevenir enfermedades infecciosas puede ser toda una odisea. La Especialista Betsy Ruiz Núñez, Jefa de la Carrera de Técnico en Enfermería Santo Tomás Copiapó, nos da algunas recomendaciones para el cuidado de infecciones respiratorias.

El invierno es la temporada del año donde se observa una mayor cantidad de casos de enfermedades respiratorias producidas por una gran variedad de virus; ello explica que personas sanas sufran este tipo de infecciones, Ahora si sumamos la gran polución que quedo luego de las lluvias del mes pasado, esto genera más riesgo y propagación de infectarse.

Contagio en menores de 5 años

En el caso de lactantes y menores de 5 años, entre los factores que favorecen la aparición y el agravamiento de las enfermedades invernales, se destacan los cambios bruscos de temperatura, el hacinamiento en lugares públicos cerrados – centros comerciales, jardines maternales y colegios – a los que muchos niños asisten desde temprana edad. Estos factores asociados incrementan el desarrollo de enfermedades infecciosas debido a la incipiente capacidad inmunitaria del niño, característica que lo hace más vulnerable que el resto de la población.

Tercera edad, otro grupo de riesgo

Es sabido que la resistencia al frío de los adultos mayores no es la misma que la de los jóvenes; en efecto, en época invernal las personas de edad avanzada corren mayor riesgo de contagiarse de gripe, desarrollar neumonía o padecer dolores intensos en las articulaciones. El organismo de un anciano produce menos calor porque, por la edad, su metabolismo es lento. Los problemas de salud se presentan debido a que el sistema inmunológico de muchos de ellos es bajo o porque padecen enfermedades crónicas que se complican o agudizan cuando las temperaturas comienzan a descender.

Consejos:

  1. Una buena higiene es clave

Para proteger niños y adultos mayores de las infecciones respiratorias tan comunes en esta época, es importante aumentar las medidas de higiene. Lavarse las manos con frecuencia es fundamental, especialmente antes de comer y después de estar afuera o usar el transporte público.  Al hacerlo, recuerda lavarte a conciencia y no dejar ningún espacio sin limpiar.

  1. Las manos fuera de la boca, la nariz y los ojos

En los primeros años de su vida, es común que los niños se lleven la mano y los objetos a la boca. Es importante estar atentos a esta costumbre porque los virus penetran en el cuerpo a través de las mucosas, después de estar en contacto con personas o superficies contaminadas.

  1. Una casa limpia es una casa libre de virus

Mantener tu casa desinfectada es importante, sobre todo espacios como la cocina y el comedor, especialmente cuando tenemos un enfermo en casa. También te recomendamos abrir las ventanas y las puertas por diez minutos cada mañana, para que el aire de tu casa circule y se renueve; mantener tus espacios libres de moho y humedad, y limpiar adecuadamente superficies como los domos de las puertas, los teléfonos y los brazos de los muebles.

  1. Evita el contacto con personas infectadas

No tener contacto con personas contagiadas con enfermedades respiratorias es importante, pero puede ser difícil porque para eso tendríamos que tener conocimiento de su situación. Sin embargo, la Especialista  recomienda no compartir elementos como cepillos, pañuelos o toallas y evitar asistir a lugares muy concurridos o encerrados.

  1. Vacunas al día

Se debe procurar que tanto los menores como el adulto mayor cuenten con la protección que ofrecen las vacunas, pues ellas son el mejor método para evitar muchas enfermedades de tipo infeccioso.

  1. Aliméntalos contra las infecciones respiratorias

Una alimentación balanceada y saludable es la clave para un cuerpo fuerte, pues a través de las vitaminas y los minerales que ingerimos con las comidas podemos contribuir al funcionamiento del  sistema inmune y mejorar la respuesta de las defensas a las amenazas del ambiente.

Para finalizar la jefa de Carrera de técnico en Enfermería, recomienda que se debe  “incluir alimentos ricos en vitaminas A y C como la naranja, la mandarina, kiwi, además de otras futas, verduras y legumbres crudas o cocinadas al vapor. También es recomendable consumir yogurt y frutos secos, así como contar con buena hidratación”.

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