La opción de que Claudio Bravo, exportero de la selección chilena, abandone su retiro para sumarse a Colo Colo ha tomado fuerza en las últimas horas. Sin embargo, esta posibilidad ha generado divisiones al interior de la dirigencia de Blanco y Negro, concesionaria que administra al club albo.
Según informó El Mercurio, Aníbal Mosa, presidente de Blanco y Negro, tiene a Bravo como prioridad. No obstante, algunos miembros de la directiva advierten que la llegada del bicampeón de América podría provocar tensiones en el camarín, especialmente por la posible incomodidad de Arturo Vidal, excompañero del arquero en la selección chilena.
«No me extraña que insista, porque quiere lucirse. Pero es una medida bien riesgosa por el impacto que tendría en el camarín. Lógicamente no creo que Vidal esté contento con eso. No lo traería, es muy arriesgado», señaló un director de ByN al matutino.
La votación al interior de la mesa directiva mantiene opiniones divididas. Mientras Aníbal Mosa, Aziz Mosa y Eduardo Loyola están a favor del regreso de Bravo, Alfredo Stöwing, Ángel Maulén, Carlos Cortés y Diego González se oponen. Por su parte, Matías Camacho y Alejandro Droguett, representantes del Club Social y Deportivo Colo Colo, podrían inclinar la balanza a favor o en contra de la llegada del histórico portero.
Las tensiones entre Bravo y Vidal se remontan a 2017, luego de que Chile quedara fuera del Mundial de Rusia. En esa ocasión, Carla Pardo, esposa del arquero, acusó a algunos jugadores de «irse de fiesta» y faltar a los entrenamientos debido a los excesos. Aunque hubo un reencuentro en 2019 bajo la dirección de Reinaldo Rueda y un intento de reconciliación en 2022 con Martín Lasarte, fuentes cercanas al mediocampista aseguran que aquella tregua fue meramente «para las cámaras».
La decisión final sobre el futuro de Claudio Bravo en Colo Colo dependerá de los votos que logre reunir el directorio, en medio de un contexto marcado por las dudas sobre el impacto de su retorno en el vestuario albo.