Sobre la protección de nuestro patrimonio prehispánico en Atacama: Por Guillermo Cortés Lutz Doctor en Historia Director del Museo Regional de Atacama
Chile, por ser una Colonia de las más pobres y lejanas de la metrópolis, no tuvo la capacidad de edificar grandes monumentos y obras públicas. Nuestros grandes edificios y obras públicas monumentales son las que surgen con el primer centenario, con excepción del palacio de la Moneda y una que otra iglesia. Por tanto Chile, no fue ni ha sido un país monumental, y tampoco la región de Atacama, salvo excepciones que sobreviven, como la primera locomotora La Copiapó, La Casa Matta, El edifico los Portales, La Estación de Caldera, etc. Pero, si esta región, tiene una rica monumentalidad prehispánica, y fue por ello que junto GEA Atacama, La Universidad de La Serena, y la Universidad de Antofagasta, La Sociedad Chilena de Historia y Geografía, más el grupo Chulengo, El Regional del Colegio de Profesores, Comunidades Diaguitas, Collas y Changos, se propuso que los sitios de: VIÑA DEL CERRO, la gran minería prehispánica, un orgullo de nuestra historia, el PUKARA DE PUNTA BRAVA , el símbolo de resistencia de nuestra gente ante la invasión en el siglo XVI, EL SITO LA PUERTA o fuerte Copiapó, La FINCA CHAÑARAL, nuestro gran oasis y sitio eje en los inicios de nuestra historia, y el sito etnohistórico de CAPOTE en Freririna. Fueran presentados ante el mundo como PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD.
Nos preguntamos que pasaría si volvemos a re estudiarlos, y que por parte de todos se hiciera una muy pequeña inversión en su limpieza y puesta en valor, así podríamos presentarlos ante la UNESCO, para ser declarados patrimonio de la humanidad. Podríamos rescatar, valorar y dar a conocer nuestra memoria y re construir parte nuestra historia. Esta puesta en valor nos entregaría la posibilidad al desarrollo de una nueva economía, el turismo de intereses especiales, y es muy probable que con un buen relato, con base en nuestra historia, estos sitos se conviertan en lugares que todos quisieran visitar y aprender de ellos.
Señora Directora y oyentes de radio MARAY, proteger la monumentalidad prehispánica, que es de todos y todas las personas de Atacama, es una exigencia histórica y ética, a la vez que una tremenda herramienta para una nueva y potente fuente de desarrollo económico.
Con base en nuestra memoria e historia, seamos visionarios, y protejamos lo nuestro, eso es un tranco firme para al desarrollo de esta tierra.