El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, generó polémica al acusar al Canal de Panamá de ser parte de una «estafa» contra su país y advertir que exigirá su devolución si no se ajustan las tarifas de tránsito. Estas declaraciones fueron emitidas durante un foro de la organización ultraconservadora Turning Point en Phoenix, Arizona, donde Trump insistió en que el canal es «crucial para el comercio estadounidense y el despliegue de la Marina».
Trump criticó las tarifas aplicadas por Panamá, calificándolas de «injustas» y reclamando que no se reconoce la «generosidad» de Estados Unidos al entregar la administración del canal en 1999, según lo establecido en los Tratados Torrijos-Carter de 1977. Además, señaló que si Panamá no actúa conforme a lo que considera principios «morales y legales», su administración exigirá la devolución de la vía interoceánica.
Por su parte, el presidente panameño, José Raúl Mulino, respondió contundentemente, asegurando que «el Canal de Panamá es y seguirá siendo panameño». Mulino destacó la gestión eficiente y profesional que Panamá ha mantenido desde que asumió el control en 1999, resaltando el crecimiento económico y los aportes al fisco, que este año alcanzaron 2.470,7 millones de dólares. También explicó que las tarifas son establecidas de forma pública y transparente, considerando factores de mercado, operativos y de mantenimiento.
Las declaraciones de Trump también incluyeron críticas hacia el expresidente Jimmy Carter, a quien responsabilizó por haber «regalado» el canal, y denuncias sobre una supuesta injerencia china en su administración. Este episodio suma tensiones a la relación entre ambos países, mientras Panamá defiende su soberanía sobre una de sus principales fuentes de ingreso y símbolo de independencia.
