Gobierno da inicio oficial a la construcción de la primera planta desaladora para Atacama

La planta que se construirá en la comuna de Caldera permitirá abastecer de agua de calidad al 70% de la población de Atacama a partir del 2020.

Con la participación de la Presidenta Michelle Bachelet, la Intendenta de Atacama Alexandra Núñez Sorich, los alcaldes de Caldera y Tierra Amarilla, además de dirigentes y vecinos de la región este jueves 14 de diciembre se realizó la firma de contrato que da inicio oficial a la construcción de la primera planta desalinizadora, construida con fondos estatales y que fue uno de los compromisos cumplidos por la mandataria en noviembre del 2015.

La ceremonia se realizó en el Palacio de la Moneda, donde la mandataria manifestó la importancia que tiene este proyecto para el bienestar y desarrollo de los habitantes de Atacama.

La planta estaría en funcionamiento a partir del 2020 y dentro de las bases del contrato está la participación activa de mano de obra local.

La máxima autoridad nacional subrayó que “es gran noticia para la Región de Atacama, porque se empieza a materializar una solución a la escasez de recursos hídricos que la ha afectado con fuerza en los últimos años” y agregó que “mejorará la calidad de vida de más de 200 mil chilenos de la zona norte, garantizando el suministro con una fuente inagotable como es el agua de mar, dejando de depender del acuífero del rio Copiapó, que sabemos que no da abasto para satisfacer la demanda de la población”.

El proyecto consiste en la extracción de agua de mar y su desalinización en una planta por osmosis inversa ubicada en el sector de Punta Zorro en la comuna de Caldera, y su elevación a través de impulsiones a los distintos puntos de abastecimiento. Beneficiará a la población de Caldera, Chañaral, Copiapó y Tierra Amarilla, actualmente alimentadas desde el acuífero del río Copiapó.

La construcción de la planta se ejecutará en tres etapas: en la primera llegará a una capacidad total para 450 L/s; luego, a otros 450 L/s, alcanzando un total de 900 L/s); y, finalmente, a una capacidad de 300 L/s, completando los 1.200 L/s de agua tratada.

El Estado financiará la ejecución de la primera parte de la planta desalinizadora, a través de la capitalización de ECONSSA S.A. a través de CORFO, para que la empresa ejecute las inversiones correspondientes a la planta, la que posteriormente será traspasada a Aguas Chañar S.A. para su operación, mantención y reposición.

El consorcio INIMA-CVV, tendrá un plazo de 27 meses para materializarlo, dispondrá de 3 meses para preparar el inicio de las obras y de 2 años para la construcción de la planta, la que debiera estar operando, a más tardar, a principios de abril del año 2020.

Las bases de licitación desarrolladas por Econssa tienen varios aspectos innovadores, por ejemplo, la obligatoriedad de contratar mano de obra local, la que alcanzaría unos 200 puestos de trabajo directos, además de los indirectos que estarán relacionados con servicios complementarios como hotelería, alimentación y transporte, entre otros.

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