El último partido de la temporada 2024 para Unión La Calera y Cobresal terminó de forma abrupta y vergonzosa en el Estadio Nicolás Chahuán Nazar, donde la violencia en las tribunas obligó a la suspensión del encuentro. Ambos equipos, ya sin riesgos de descenso, disputaban un partido aparentemente resuelto a favor de los «cementeros», que lideraban 3-0 con goles de Franco Soldano, José David Romero y Pablo Parra de penal.
El equipo local, además, contaba con ventaja numérica tras la expulsión del jugador minero Rodrigo Sandoval, quien recibió una doble amarilla por aplaudir al árbitro en señal de desacuerdo. Sin embargo, a los 83 minutos, la situación en las gradas escaló peligrosamente cuando la barra de Unión La Calera lanzó bombas de ruido al campo de juego, afectando gravemente al jugador de Cobresal, Ignacio Pacheco.
Pacheco, afectado por un trauma acústico, fue atendido en el campo por el cuerpo médico, y el doctor Patricio Pinto confirmó la gravedad del daño auditivo. En paralelo, hinchas locales provocaban a los seguidores de Cobresal desde la tribuna preferencial, intensificando el ambiente de tensión. La situación llevó al árbitro a suspender el partido, poniendo fin a una jornada que marcó un desafortunado cierre de temporada para ambos equipos.
Luego de una serie de conversaciones, el referí Manuel Vergara dio el partido como oficialmente suspendido por falta de garantías, notificando a los capitanes de ambos conjuntos.