La iniciativa liderada por la Junta de Vigilancia del Río Huasco avanza en su séptima temporada anticipándose a la implementación de la Norma Secundaria de Calidad Ambiental (NSCA).
La Junta de Vigilancia de la Cuenca del Río Huasco y sus Afluentes (JVRH) dio inicio al monitoreo de la temporada de primavera 2024 como parte del «Plan de Seguimiento de Calidad de Aguas de la Cuenca del Río Huasco, periodo 2023-2025». Este esfuerzo, que marca el séptimo monitoreo estacional desde su implementación en 2023, abarca 23 puntos estratégicos de la cuenca, 17 de aguas superficiales y 7 de aguas subterráneas.
Entre los puntos iniciales de esta temporada se incluyen ubicaciones antes del embalse Santa Juana y en el río El Carmen, además de Servicios Sanitarios Rurales integrados recientemente. Las muestras recolectadas son analizadas en laboratorios, permitiendo caracterizar la calidad de las aguas y proponer medidas de conservación y mitigación para proteger los ecosistemas y el consumo humano.
“Este plan se enmarca en nuestro compromiso de monitorear y anticiparnos a la implementación de la Norma Secundaria de Calidad Ambiental (NSCA) para la protección de las aguas del río Huasco. Durante dos años hemos realizado mediciones periódicas con el objetivo de evaluar la calidad del agua y garantizar su integridad. Es un esfuerzo inédito que busca no solo identificar problemas, sino también contribuir a su remediación y fomentar la conservación de este valioso recurso”, explicó Jadranka Milovic, encargada del programa.
Juan Pablo Espinosa, presidente del directorio de la JVRH, destacó que “este programa nos permite generar información clave para cuidar nuestra cuenca y garantizar la disponibilidad de agua de calidad para todos sus usos. Es una herramienta fundamental para anticiparnos a los desafíos futuros y trabajar de manera colaborativa con nuestras comunidades”, agregó.
Con un enfoque en la caracterización y monitoreo continuo, este plan tiene como objetivo identificar tendencias, diagnosticar problemas emergentes y evaluar la efectividad de las normativas ambientales vigentes, proponiendo medidas para garantizar la integridad de la cuenca del río Huasco. A largo plazo, se espera que los resultados contribuyan a la conservación de los ecosistemas, la protección del recurso hídrico y el fortalecimiento del compromiso medioambiental en la región de Atacama.
Con estas medidas, la JVRH reafirma su compromiso con la gestión sustentable del recurso hídrico y el fortalecimiento de la información medioambiental en beneficio de las comunidades de aguas y habitantes de la provincia del Huasco.