
La actividad se llevó a cabo en la Catedral de Copiapó.
A una década de los aluviones que afectaron la región de Atacama el 25 de marzo de 2015, el Municipio de Copiapó recordó y conmemoró a las víctimas de la tragedia a través de una emotiva misa llena de simbolismos, donde se destacó el valor de la unidad, la esperanza y la resiliencia que ha caracterizado a la comuna a lo largo de estos años.
Más de 100 personas se reunieron en la Catedral de Copiapó, donde se entregaron 51 claveles, cada uno representando a los fallecidos y desaparecidos que los aluviones dejaron a su paso. En la ocasión, además, se encendieron velas en memoria y honor de aquellos que ya no están.
Al respecto, el alcalde (s) Felipe Barril, destacó que “este es un momento que nos permite reflexionar desde nuestra posición de servicio público, desde donde podemos sacar lecciones de situaciones tan complejas y levantar la voz por aquellos que no están para exigir que las autoridades nacionales puedan escuchar y que estas situaciones no se repitan en el futuro. Espero que nunca tengamos que volver a lamentar la perdida de alguno de nuestros ciudadanos”.
Por su parte, el sacerdote a cargo de la ceremonia, Jaime Pizarro, indicó “todas las ocasiones son buenas para acordarnos de Dios, pero sobre todo recurrimos a él en los momentos más difíciles. Son muchas las familias atacameñas que perdieron a un ser querido o que tienen algún familiar desaparecido. Además de las cosas materiales que a veces cuando a uno no le toca dice, «son cosas materiales que se recuperan» y no es así. En una casa, está el sacrificio de toda una vida”.
La ceremonia, además de honrar a los fallecidos y desaparecidos, también reforzó el compromiso de seguir avanzando como sociedad y trabajar en conjunto para fortalecer la seguridad y la preparación ante futuras emergencias.