«Aquellos que nunca han levantado una pyme o trabajado fuera de un organismo público, o ni siquiera han armado un currículum para buscar trabajo, pretenden imponernos este proyecto que apunta a la obsesión de quienes forman parte del corazón del Gobierno del Presidente Boric», enfatizó la parlamentaria.
Tras esto, criticó duramente la propuesta de «préstamo solidario», señalando que «no es más que un mecanismo que obliga a los trabajadores a financiar el Estado con parte de sus remuneraciones, destinando un 1,5% de sus cotizaciones para cubrir beneficios inmediatos a los jubilados. En simple: es reparto».
Además, alertó sobre la posibilidad de que los recursos descontados a los trabajadores no sean devueltos en el futuro. «Si hoy el Estado no tiene los recursos para financiar esta reforma, ¿de dónde saldrán los dineros para pagar esta deuda en el futuro? ¿Qué confianza pueden tener los chilenos en un sistema que inicia con promesas pero termina con evasivas?», cuestionó.
La parlamentaria también advirtió que aprobar esta reforma significa «mutilar la esperanza de chilenos que por décadas han trabajado para sacar adelante a sus familias, borrar las oportunidades de progreso para las nuevas generaciones e hipotecar el futuro de un país que alguna vez creyó en el esfuerzo como motor de su grandeza».
«El camino que ha tomado el presidente Boric con su reforma y los parlamentarios de derecha que votan a favor de ella va en el sentido contrario al mundo. Mientras acá se busca por todos los medios incorporar el reparto, Alemania, creador del sistema, Holanda y hasta China avanzan en la incorporación y fortalecimiento de un sistema de capitalización individual», agregó la diputada.
También criticó la falta de rigor en la tramitación del proyecto. «No podemos consolidar una cultura donde las políticas públicas sean fruto de la improvisación y la falta de rigor. El texto que votamos hoy día es fruto de la indicación presentada el 15 de enero, esto lo estamos tramitando en 14 días, pero tendrá repercusiones negativas a largo plazo».
«No nos extrañemos -continuó- que solo se produzca frustración en la clase media de nuestro país, que ve cómo aumenta la carga tributaria y fiscal. Los nuevos acuerdos tienen consecuencias que se proyectan por años. Ejemplo, la reforma tributaria y educacional de la presidenta Bachelet».
En particular, la diputada se refirió a los efectos de la reforma educacional en Atacama. «Estamos viviendo los desastrosos resultados de uno de sus acuerdos, la Reforma Educacional. Y más reciente, ambos procesos constituyentes también fueron acuerdos, ambos rechazados por la gente».