En un hito significativo para la investigación espacial, el radar ionosférico chino de largo alcance y baja latitud (LARID), ubicado en la isla de Hainan, ha logrado detectar burbujas de plasma sobre las islas Midway y las Pirámides de Egipto. Este descubrimiento, lejos de estar vinculado a fenómenos extraterrestres o paranormales, representa un avance notable en la observación de la ionosfera terrestre.
Las burbujas de plasma ecuatoriales (EPB) son alteraciones en la ionosfera, una capa de la atmósfera que se extiende desde unos 80 hasta 400 kilómetros sobre la Tierra. Estas irregularidades se forman cuando el gas sobrecalentado en la ionosfera crea fluctuaciones en la densidad de iones, principalmente después del atardecer en latitudes bajas.
El Instituto de Geología y Geofísica de la Academia China de Ciencias reportó el 27 de agosto que el radar LARID detectó estas burbujas durante una tormenta solar ocurrida a principios de noviembre de 2023. Aunque invisibles al ojo humano, las burbujas de plasma pueden alcanzar diámetros de varios cientos de kilómetros y son cruciales debido a sus efectos en las comunicaciones por radio y satélite, así como en tecnologías como el GPS.
El avance tecnológico detrás del radar LARID es notable. Construido el año pasado, este radar tiene la capacidad de detectar fenómenos a una distancia impresionante de 9.600 kilómetros, permitiéndole «ver» desde Hawái hasta Libia, todo desde su ubicación en el sur de China. Esto es posible gracias a su emisión de ondas electromagnéticas de alta potencia que rebotan entre la ionosfera y el suelo. Al chocar con una burbuja de plasma, parte de la señal se refleja y es captada por el sistema de antenas del radar.
Desde su puesta en marcha, el alcance de detección del LARID ha aumentado significativamente, pasando de 3.000 a 9.600 kilómetros en menos de seis meses. Este progreso ha sido facilitado por el uso de tecnologías avanzadas, como nuevos métodos de codificación de señales y simulación geofísica.
Las implicaciones de este avance son considerables. La capacidad del LARID para detectar burbujas de plasma a escala global podría transformar la meteorología espacial. Los científicos chinos sugieren la creación de una red global de radares similares a LARID para un monitoreo continuo de estos fenómenos, lo que podría ayudar a mitigar las interrupciones en las comunicaciones satelitales, la navegación y otros sistemas críticos para la infraestructura mundial.
Aunque el radar LARID tiene aplicaciones militares limitadas debido a su baja resolución para detectar aviones o buques de guerra, tecnologías similares ya se utilizan para la detección de objetivos militares a larga distancia. La capacidad del LARID para detectar burbujas de plasma sobre las Pirámides de Egipto desde China no solo destaca el avance tecnológico de China, sino que también abre nuevas posibilidades para la investigación espacial y la comprensión de los fenómenos atmosféricos.