Al menos tres civiles, incluidos dos menores de edad, murieron hoy tras un ataque ucraniano en Sebastopol, la principal base de la Flota rusa del Mar Negro en la anexionada península de Crimea. El gobernador local, Mijaíl Razvozháev, denunció el uso de bombas de racimo en el ataque.
«Hemos perdido a dos niños y un adulto. El impío régimen criminal de Kiev asestó un golpe con misiles balísticos con bombas de racimo contra Sebastopol», escribió Razvozháev en su cuenta de Telegram, subrayando que el ataque ocurrió el mismo día en que tanto Rusia como Ucrania celebran el Pentecostés ortodoxo.
Razvozháev denunció que “el enemigo lanzó un ataque taimado, justo en el momento en que los civiles regresaban de los servicios religiosos o viajaban con sus hijos al mar a descansar.”
Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso informó que las fuerzas ucranianas lanzaron cinco misiles ATACMS, de fabricación estadounidense, armados con bombas de racimo contra la ciudad. «Durante el ataque terrorista, la defensa antiaérea derribó cuatro misiles (…) Otro, a consecuencia de la incidencia de los medios de defensa antiaérea, se desvió en el tramo final de su trayectoria y detonó su ojiva sobre la ciudad, causando víctimas entre la población civil,» añadió el Ministerio.
El gobernador Razvozháev alertó previamente que las fuerzas antiaéreas rusas estaban repeliendo un ataque ucraniano contra la península y llamó a la población a “mantener la calma, respetar las normas de seguridad, mantenerse en refugios temporales o lugares seguros” y “no estar al descampado” debido al peligro de las esquirlas.
Posteriormente, indicó que habían sido derribados cinco objetivos aéreos sobre el mar Negro y señaló que las esquirlas habían alcanzado la costa cerca de los distritos de Uchkúyevka y Liubímovka. “La situación en Uchkúyevka es difícil, se han enviado allá todas las ambulancias disponibles. Parte de los heridos fue trasladada al hospital, se les ofrece ayuda médica. Todas las fuerzas han sido movilizadas,” afirmó Razvozháev.
En total, casi cien civiles han solicitado ayuda médica como resultado del ataque.
Simultáneamente con el anuncio del ataque ucraniano, se detuvo temporalmente el tránsito por el puente de Crimea, que une la península con la Rusia continental.
La defensora del pueblo ruso, Tatiana Moskalkova, reaccionó inmediatamente al ataque, acusando a Ucrania de intentar aterrorizar a la población civil y causar muertes entre civiles. “El régimen de Kiev insiste en aterrorizar a la población civil,” dijo Moskalkova, añadiendo que “la luminosa celebración del Pentecostés (ortodoxo) se ha convertido en un día de dolor.”
