El técnico de Estudiantes de La Plata, Eduardo Domínguez, analizó con autocrítica la derrota por 1-2 ante Universidad de Chile por la Copa Libertadores, destacando tanto los méritos del rival como las falencias de su propio equipo, especialmente en la segunda mitad del encuentro.
«Sabíamos que ellos iban a venir a hacer este juego. Es un muy buen equipo, muy bien trabajado, con jugadores de clase. Le atribuyo lo que no hicimos nosotros en el segundo tiempo», declaró el estratega argentino.
Visiblemente afectado por el resultado, Domínguez reconoció que lo más doloroso fue la forma en que se desarrolló el encuentro. «La sensación es dolor. Más allá del resultado, el juego nos tiene que doler. Lo que proyectamos para el partido no se dio», afirmó.
En su análisis, fue enfático en señalar que el segundo tiempo estuvo lejos del nivel esperado: «No jugamos. Nos cansamos de tirar la pelota para arriba. Cuando hay que seguir insistiendo fuimos con el empuje. No nos gusta a nosotros, no les gusta a los jugadores y no le gusta al hincha. No somos esto».
Pese a la derrota, el entrenador mantuvo un mensaje de calma y esperanza: «Quedan cuatro fechas, más de la mitad de la fase. Tenemos que tener tranquilidad; tiene que ser un punto de inflexión. No se ve el crecimiento del equipo. Tenemos que encontrar otra vez el rumbo», concluyó.
