
Este miércoles, más de 550 agentes de diferentes unidades de la Policía Nacional se desplegarán en las inmediaciones del Estadio Metropolitano para garantizar la seguridad durante el crucial partido de la Liga de Campeones entre el Atlético de Madrid y el Real Madrid. El operativo tiene un enfoque especial en la prevención de conductas de odio, racismo y violencia, que podrían desencadenar arrestos y sanciones.
El partido, que enfrentará a los dos grandes equipos de la capital española, es clave para el pase a los cuartos de final y se jugará a partir de las nueve de la noche. María Muñoz, portavoz del cuerpo policial, destacó la importancia de respetar al rival y advirtió que cualquier comportamiento violento o discriminatorio será tratado como un delito, con la posibilidad de detenciones inmediatas.
Dentro del estadio, agentes de la policía estarán vigilando las cámaras de seguridad para detectar posibles conductas inapropiadas, como el racismo o el odio, que podrían conllevar a la identificación y expulsión del recinto, e incluso arrestos. La Policía Nacional tiene como prioridad garantizar un ambiente de respeto y deportividad durante este importante encuentro.
El dispositivo contará con efectivos procedentes de diversas unidades especializadas, entre ellas la Unidad de Intervención Policial (UIP), Caballería, Subsuelo, Unidades de Prevención y Reacción, Brigada Móvil, Brigada Provincial de Información, Medios Aéreos y agentes del distrito, quienes estarán patrullando tanto por tierra como por aire para mantener el orden público.
Este amplio despliegue de seguridad refleja el compromiso de las autoridades con la protección de los asistentes y la prevención de situaciones conflictivas durante el evento deportivo.