El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este sábado una orden ejecutiva que declara el inglés como el idioma oficial del país, una designación que hasta ahora no estaba estipulada en ninguna legislación federal. En su decreto, el mandatario sostuvo que «un idioma designado a nivel nacional es el núcleo de una sociedad unida y cohesionada», recordando que tanto la Declaración de Independencia como la Constitución fueron redactadas en inglés.
A pesar de que el inglés es la lengua mayoritaria en Estados Unidos, la Constitución y las leyes federales no establecían un idioma oficial. Según el censo, más de 350 idiomas son hablados en el país, con el español como la segunda lengua más utilizada. La orden firmada por Trump revoca una directiva emitida en el año 2000 durante el gobierno de Bill Clinton, la cual garantizaba la provisión de servicios en otros idiomas para personas con dominio limitado del inglés.
El presidente argumentó que el dominio del inglés permite a los inmigrantes integrarse mejor en la sociedad y alcanzar el «sueño americano». Además, defendió que esta medida fortalecerá los valores nacionales y fomentará una comunicación más eficiente. Sin embargo, esta acción se suma a una serie de decisiones que han sido percibidas como hostiles hacia el multilingüismo, incluyendo la eliminación de la versión en español de la web de la Casa Blanca en ambas administraciones de Trump.
Durante su campaña presidencial de 2024, el mandatario también cuestionó la diversidad lingüística en el país, señalando que algunos idiomas que llegan con los inmigrantes carecen de docentes que los hablen en Estados Unidos. En el pasado, ya había expresado su rechazo al uso del español en espacios políticos, incluyendo críticas a Jeb Bush por utilizarlo en sus mítines.
