Este martes, el Papa Francisco llegó a Yakarta, Indonesia, marcando el inicio de su viaje por Asia y Oceanía. Su visita a Indonesia, un país con la mayor población musulmana del mundo, busca fortalecer los lazos con el islam y promover la convivencia pacífica entre diferentes religiones.
El pontífice argentino dedicará el primer día a descansar y comenzará su agenda oficial el miércoles. Indonesia, con una población musulmana de aproximadamente 240 millones, también alberga a una significativa comunidad católica de 8 millones de personas, representando la mayor comunidad católica en Asia después de Filipinas y China.
El sacerdote español Víctor Gil, quien lleva 11 años en Indonesia, describe la convivencia interreligiosa en el país como «muy positiva». A pesar del incremento de la influencia de grupos radicales en las últimas dos décadas, el ambiente general es uno de respeto y tolerancia. Gil destaca que, aunque existen excepciones, la mayoría de las familias y comunidades practican un respeto mutuo que permite una convivencia armoniosa.
El viaje del Papa a Indonesia se enmarca en su esfuerzo por profundizar el diálogo interreligioso, un objetivo que ha perseguido a lo largo de su papado. Durante su visita, Francisco se reunirá con líderes islámicos y participará en eventos significativos, incluyendo un encuentro interreligioso en la mezquita Istiqlal, la más grande del sudeste asiático. Este encuentro incluirá la firma de un importante documento sobre cuestiones humanitarias, de tolerancia y medioambientales.
El Papa también visitará el ‘Túnel de la Amistad’, una estructura subterránea que conecta la catedral católica de Yakarta con la mezquita Istiqlal, simbolizando la unidad entre el catolicismo y el islam en Indonesia. Este evento será un hito en la promoción de la tolerancia y la armonía, subrayando el compromiso de Indonesia con la pluralidad religiosa, a pesar de los desafíos recientes y las críticas de organizaciones de derechos humanos sobre la ley de blasfemia.
La visita del Papa Francisco se considera un «acontecimiento histórico» que resalta el compromiso de Indonesia con la convivencia pacífica y la tolerancia entre diferentes religiones, un mensaje que el pontífice llevará al mundo durante su viaje.