Los Gobiernos de Brasil y Colombia manifestaron este martes su «profunda preocupación» por la orden de detención emitida por la Justicia de Venezuela contra Edmundo González Urrutia, el candidato de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD) y líder de la mayoría opositora.
En un comunicado conjunto, ambos países destacaron que esta medida judicial compromete seriamente los acuerdos alcanzados en Barbados, donde tanto el gobierno venezolano como la oposición se comprometieron a fortalecer la democracia y promover una cultura de tolerancia y convivencia. Esta situación, aseguran, complica la posibilidad de una solución pacífica a la crisis política en Venezuela, basada en el diálogo entre las principales fuerzas políticas del país.
Los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y de Colombia, Gustavo Petro, han intentado mediar en la crisis venezolana desde las disputadas elecciones del 28 de julio, sin reconocer oficialmente la victoria de Nicolás Maduro. Este comunicado representa un aumento en la presión diplomática sobre el gobierno de Maduro por parte de sus aliados sudamericanos.
El abogado de González Urrutia, José Vicente Haro, desmintió que su cliente haya solicitado asilo en alguna embajada y aseguró que el líder opositor no se encuentra en su residencia por razones de seguridad. Su esposa, Mercedes de González, permanece en el domicilio, preparada para cooperar con las autoridades en caso de un allanamiento.
La Fiscalía venezolana acusa a González Urrutia de varios delitos, incluyendo usurpación de funciones, forjamiento de documentos públicos, instigación a la desobediencia de leyes, conspiración, y sabotaje. Sin embargo, su defensa sostiene que estas acusaciones carecen de fundamento legal y son una excusa para llevar a cabo una persecución política.