El presidente de China, Xi Jinping, felicitó al exmandatario estadounidense Donald Trump tras su victoria en las elecciones y expresó su deseo de que las relaciones entre ambas naciones se mantengan «estables, sanas y sostenibles». En la conversación, Xi enfatizó que «la cooperación beneficia a ambas potencias y la confrontación perjudica sus intereses», destacando la importancia de una relación constructiva que satisfaga tanto a China como a Estados Unidos, así como a la comunidad internacional.
Xi instó a reforzar el diálogo y la comunicación para gestionar adecuadamente las diferencias, defendiendo principios de «respeto mutuo, coexistencia pacífica y cooperación beneficiosa». Esta comunicación se produjo luego de que, en los anteriores comicios, China tardara en reconocer a Joe Biden, entonces presidente electo, en un contexto de tensiones significativas.
El Ministerio de Exteriores chino, a través de su portavoz Mao Ning, reiteró su disposición para gestionar la relación bilateral de acuerdo a intereses comunes y un enfoque de cooperación pacífica. Mao enfatizó que China mantendrá una política coherente hacia Estados Unidos, centrada en el beneficio mutuo.
A pesar de los mensajes de cooperación, analistas señalan que las relaciones bilaterales seguirán marcadas por tensiones proteccionistas y comerciales. Durante la primera administración de Trump, las relaciones se deterioraron drásticamente debido a aranceles y restricciones en tecnología, y continuaron tensas bajo la administración Biden, especialmente por temas de Taiwán y los semiconductores.
En su campaña actual, Trump propuso aranceles de hasta el 60% en productos chinos, anticipando una intensificación de las disputas comerciales entre las dos mayores economías del mundo.