Un acuerdo entre el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), liderado por el canciller Olaf Scholz, y la Unión Cristianodemócrata (CDU), principal fuerza de oposición, estableció el 23 de febrero como la fecha de las próximas elecciones generales. Esta decisión brinda estabilidad en medio de la crisis política surgida tras la disolución de la coalición gubernamental.
El conflicto se intensificó luego de que Scholz destituyera al ministro de Finanzas y líder del Partido Liberal (FDP), Christian Lindner, lo que resultó en la salida de este partido del gobierno que hasta ahora integraba junto al SPD y Los Verdes. Ante esta situación, los grupos parlamentarios del SPD y CDU alcanzaron un acuerdo sobre el calendario electoral, a pesar de que Scholz inicialmente sugirió realizar las elecciones en marzo, una propuesta rechazada por la oposición.
Rolf Mützenich, líder del grupo parlamentario del SPD, celebró el acuerdo, afirmando que permitirá enfocarse en lo mejor para Alemania. Por su parte, Friedrich Merz, jefe de la CDU, consideró que la elección anticipada en febrero es la mejor opción, en contraste con su postura inicial de solicitar comicios en enero. Robert Habeck, candidato a canciller de Los Verdes, valoró la fecha de febrero como oportuna, pues otorga a los ciudadanos tiempo para evaluar sus opciones de voto.
Christian Lindner, al referirse a las elecciones, manifestó que «la carrera por la Cancillería ya está ganada», aludiendo al liderazgo en las encuestas de Merz y la CDU.