El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aterrizó este jueves en Lima para participar en la cumbre de líderes del Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (APEC), en lo que marca su última gira internacional antes de finalizar su mandato. Este encuentro llega en un contexto marcado por la competencia global entre Estados Unidos y China, destacada por el protagonismo del presidente chino, Xi Jinping, durante el evento.
Mientras Biden enfocará su participación en fortalecer alianzas económicas y de seguridad, Xi Jinping aprovechó su visita para inaugurar de manera remota el megapuerto de Chacay, un proyecto chino que se posicionará como el mayor puerto de Sudamérica. Este puerto, financiado con una inversión de 1.300 millones de dólares, simboliza la creciente influencia económica de China en América Latina, región donde ha desplazado a Estados Unidos como principal socio comercial.
Biden tiene programadas reuniones bilaterales y multilaterales, incluyendo un encuentro con la presidenta peruana, Dina Boluarte, en el que se discutirán acuerdos en materia de lucha contra el narcotráfico e infraestructuras. Además, sostendrá una reunión trilateral con el primer ministro japonés, Shuigeru Ishiba, y el presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, en un esfuerzo por institucionalizar el diálogo estratégico frente a la influencia china en la región.
Desde el ámbito estadounidense, el asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, aseguró que, a pesar de los avances de China en la región, Estados Unidos mantiene un sólido interés económico con más de 6.000 millones de dólares invertidos en Perú. Sin embargo, analistas como Christopher Hernández-Roy, del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, consideran que la estrategia china, basada en empresas estatales, ha sido más consistente que el enfoque estadounidense liderado por el capital privado.
En medio de esta transición presidencial, Biden busca estabilizar las relaciones con Pekín, aunque mantiene una postura de competencia vigorosa. La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca añade incertidumbre, dado su enfoque proteccionista y su promesa de medidas comerciales que podrían intensificar las tensiones económicas con China. La cumbre APEC se perfila como un escenario crucial para definir el futuro de estas relaciones en un momento de cambio político y dinámicas globales complejas.