Un soldado norcoreano capturado en Ucrania aseguró en una entrevista que sus superiores le hicieron creer que combatía contra tropas surcoreanas y no contra el Ejército ucraniano. Identificado solo como Ri, el militar relató que desconocía que sería enviado al frente y que, tras ser herido en combate, su intención es solicitar refugio en Corea del Sur.
Según su testimonio, los oficiales de su país le informaron que los pilotos de drones militares ucranianos eran soldados surcoreanos, lo que lo llevó a creer que su lucha era contra efectivos del Sur. Ri, quien sufrió graves heridas en la mandíbula y el brazo, afirmó que la mayoría de sus compañeros de batallón murió en ataques de artillería y drones, y que de haber tenido una granada habría intentado inmolarse, consciente de que ser prisionero de guerra es considerado traición en su país.
Las autoridades ucranianas han mostrado interés en facilitar el retorno de los soldados norcoreanos capturados a cambio de la liberación de prisioneros de guerra ucranianos, mientras que Seúl ha indicado que Pionyang ha ordenado a sus tropas en Rusia suicidarse si corren el riesgo de ser capturadas. Organismos de derechos humanos han advertido sobre posibles represalias en Corea del Norte para quienes sean repatriados, recordando el principio de «non-refoulement», que prohíbe devolver personas a países donde podrían ser perseguidas o torturadas.
