El presidente estadounidense Donald Trump inició su mandato con una serie de medidas destinadas a revertir las políticas de su predecesor, Joe Biden, marcando el inicio de una nueva era en la Casa Blanca. En su primer día en el cargo, Trump firmó una ola de decretos que abarcaron áreas como inmigración, economía, medio ambiente y reforma del Gobierno federal, reflejando su promesa de una «edad dorada» para Estados Unidos.
Entre las órdenes ejecutivas más destacadas, Trump revocó cerca de 80 decretos de la administración Biden, incluidos aquellos relacionados con la equidad racial y la protección de los derechos de género y orientación sexual. En su discurso inaugural, reafirmó su intención de reconocer solo dos identidades de género: masculino y femenino, en línea con su postura contra la denominada «ideología woke».
Emergencia nacional y cambios migratorios
Trump declaró una “emergencia nacional” en la frontera con México, autorizando el despliegue de fuerzas militares y clasificando a carteles mexicanos y pandillas como organizaciones terroristas. Además, eliminó la aplicación CBP One, utilizada por solicitantes de asilo para ingresar legalmente al país, lo que ya ha generado una demanda por parte de la Unión Estadounidense para las Libertades Civiles (ACLU).
En materia migratoria, también anunció su intención de negar la ciudadanía a los hijos de migrantes indocumentados nacidos en Estados Unidos, una medida que enfrenta desafíos legales debido a la protección de la Enmienda 14 de la Constitución.
Salida de acuerdos internacionales y medidas energéticas
El mandatario ordenó la retirada de Estados Unidos del Acuerdo de París sobre el cambio climático y de la Organización Mundial de la Salud (OMS), reafirmando su postura nacionalista. Además, impulsó una política energética orientada a la extracción masiva de petróleo, prometiendo «perforar sin restricciones» para liberar el potencial energético del país.
Indultos y otras reformas
En un gesto polémico, Trump indultó a más de 1.500 personas condenadas por el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021, incluidos miembros de grupos extremistas como Oath Keepers y Proud Boys. También eliminó políticas de trabajo remoto para los funcionarios federales, exigiendo su regreso a los despachos de cuatro a cinco días por semana.
Con estas medidas, el nuevo presidente dejó clara su intención de revertir el rumbo del país y recuperar lo que considera la grandeza de Estados Unidos. Su enfoque ha generado tanto apoyo como controversia, marcando el inicio de un mandato que promete ser tan divisivo como transformador.
