En una controvertida decisión, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva para retirar al país del Acuerdo Climático de París en las primeras horas de su segundo mandato. El anuncio, realizado ante miles de seguidores en el estadio Capital One de Washington, marca un nuevo retroceso en los compromisos ambientales adquiridos previamente por la nación.
La orden ejecutiva, titulada «Poniendo a EE.UU. primero en acuerdos ambientales internacionales», argumenta que estos tratados desvían recursos de los contribuyentes hacia países que, según la administración Trump, no necesitan ni merecen esta asistencia financiera. La notificación oficial para salir del acuerdo será remitida a la ONU, aunque el proceso completo de retirada tomará un año.
El Acuerdo de París, adoptado en 2015, tiene como objetivo limitar el calentamiento global a menos de 2°C, idealmente a 1,5°C, en comparación con los niveles preindustriales. La retirada de Estados Unidos, el segundo mayor emisor de gases de efecto invernadero después de China, plantea serios desafíos a la lucha contra el cambio climático, especialmente en un momento crítico para la acción global.
La decisión ha generado críticas internacionales. Laurence Tubiana, una de las arquitectas del Acuerdo de París, calificó la medida como un revés significativo y advirtió sobre su impacto en el calentamiento global. Además, expertos señalan que la salida de Estados Unidos podría reducir la presión sobre otros grandes emisores, como China, para cumplir sus compromisos.
A pesar de esto, defensores del tratado aseguran que la acción climática multilateral seguirá avanzando y buscará nuevas formas de financiamiento, incluyendo el rol de bancos multilaterales y la participación de otras potencias. Sin embargo, el vacío económico que dejará la retirada estadounidense, particularmente en la financiación climática global, será difícil de cubrir.
Esta no es la primera vez que Trump retira a Estados Unidos del Acuerdo de París. En su primer mandato, en 2017, tomó una decisión similar, revertida posteriormente por Joe Biden en 2021, cuando reincorporó al país al acuerdo. Ahora, la historia parece repetirse, marcando un nuevo capítulo en las tensiones globales sobre el cambio climático y las políticas de Estados Unidos en la materia.