El Ejército de Israel llevó a cabo intensos bombardeos en la Franja de Gaza, alcanzando el centro de refugiados de Nuseirat y Deir el-Balah, donde al menos diez palestinos, incluidos dos niños, perdieron la vida. Según reportes de medios locales y Al Jazeera, helicópteros israelíes atacaron dos viviendas en esta área, aumentando la cifra de víctimas mortales en la región.
Simultáneamente, se registraron ataques en edificios residenciales al oeste de Jabalia, al norte de Gaza, causando daños significativos a viviendas civiles. En otra operación, la torre residencial Jaffa, en el campamento de Nuseirat, fue bombardeada, dejando ocho fallecidos y quince heridos, entre ellos dos niños, según la agencia palestina Wafa. Las víctimas han sido trasladadas a los hospitales Al Awda y Al Aqsa para su atención.
La situación se agrava con el reciente ataque al hospital Kamal Adwan en Beit Lahia, denunciado como «sin precedentes» por su director, Abu Safiya. Según el comunicado del médico, el centro sanitario fue blanco de explosivos y fuego de tanques sin previo aviso, afectando directamente a los departamentos de cuidados y enfermería. Safiya hizo un llamado a la comunidad internacional para que proteja al sistema sanitario de Gaza, criticando la inacción frente a los ataques constantes a instalaciones médicas y su personal.
Desde el inicio de la ofensiva militar de Israel en octubre de 2023, los bombardeos han devastado cerca del 90% de la infraestructura civil, incluidos hospitales, dejando a la población en condiciones extremas. En el norte del enclave, donde los ataques son más intensos, el hospital Kamal Adwan es uno de los pocos que aún opera parcialmente, pese a las agresiones recurrentes que han cobrado la vida de miles de personas, incluidos niños, desde el comienzo de la escalada bélica.
