El Ejército israelí atacó este lunes la escuela Jaled bin al Walid, ubicada en el campamento de refugiados de Nuseirat, en el centro de la Franja de Gaza. Este es el tercer bombardeo a un centro educativo en 72 horas, dejando un saldo trágico de al menos tres muertos: un padre, una madre y su hija, según informó el portavoz de la Defensa Civil gazatí, Mahmud Basal.
Además, en otro ataque en Deir al Balah, cinco personas, entre ellas una madre y sus cuatro hijos, murieron cuando un proyectil alcanzó su vivienda. El bombardeo se suma a otros ataques recientes, incluido uno ayer en una escuela en el campamento de refugiados de Shati, que cobró la vida de al menos siete personas. El sábado, 22 personas, incluidos 13 niños y seis mujeres, murieron en otro ataque contra un complejo escolar en la Ciudad de Gaza.
Israel justificó estos ataques asegurando que milicianos de Hamás se encontraban en los edificios atacados y afirmó haber tomado precauciones para minimizar daños a civiles. Sin embargo, el Gobierno de Hamás condenó los bombardeos, señalando que más de 10.000 desplazados vivían en las escuelas atacadas, y solicitó la intervención de la comunidad internacional para detener lo que califican como un «crimen de genocidio» en Gaza.
Según el Ministerio de Sanidad gazatí, controlado por Hamás, la guerra, que ya lleva más de once meses, ha dejado más de 41.400 muertos y 95.800 heridos. Las autoridades estiman que 10.000 personas siguen desaparecidas bajo los escombros.
