Estados Unidos y Argentina lideraron este jueves la firma de una declaración conjunta, respaldada por 32 delegaciones internacionales, entre las que se incluyen Chile y España, con el objetivo de resolver la crisis política en Venezuela y promover una transición democrática. El documento se enfoca en los controvertidos comicios de julio, donde Nicolás Maduro fue proclamado ganador sin que se hayan publicado las actas electorales, lo que ha generado fuertes críticas internacionales.
La declaración, firmada en el marco de la semana de Alto Nivel de Naciones Unidas en Nueva York, solicita al gobierno chavista el cese de la violencia política, la represión y el acoso hacia la oposición y la sociedad civil. Además, expresa profunda preocupación por las violaciones a los derechos humanos, incluyendo detenciones arbitrarias, muertes, y la falta de juicios justos. El texto destaca la necesidad urgente de un diálogo inclusivo y constructivo entre las partes para restablecer pacíficamente las instituciones democráticas.
Pese a contar con el apoyo de 32 países, el documento presenta ausencias notables que limitan su influencia, como Brasil, Colombia, México, y Francia. Tampoco participaron países asiáticos o africanos, lo que deja interrogantes sobre el alcance real de esta iniciativa en la resolución de la crisis venezolana.