Apple dio a conocer este lunes su plan para invertir más de 500.000 millones de dólares en Estados Unidos durante los próximos cuatro años, lo que constituye su mayor compromiso de inversión hasta la fecha. La empresa, que destacó su optimismo respecto al futuro de la innovación estadounidense, detalló que el plan incluye la contratación de 20.000 nuevos empleados y la construcción de una nueva fábrica de servidores en Houston, Texas, que abrirá en 2026.
Tim Cook, CEO de Apple, expresó su satisfacción con este plan de inversión, señalando en un comunicado que la compañía está «orgullosa de aprovechar nuestras inversiones estadounidenses de largo plazo con este compromiso de 500.000 millones de dólares para el futuro de nuestro país». La nueva planta de servidores en Houston, de 23.225 metros cuadrados, se destinará a la producción de servidores para Apple Intelligence, la división de inteligencia artificial de la empresa.
Además de la planta de servidores, Apple planea contratar a 20.000 nuevos empleados en todo el país, con un enfoque en áreas como investigación y desarrollo (I+D), ingeniería de silicio, software, inteligencia artificial y aprendizaje automático.
Este anuncio se produce después de una reunión entre Tim Cook y el presidente de EE.UU., Donald Trump, la semana pasada. En un comunicado, Trump celebró el anuncio de Apple, destacando que la inversión de la empresa era una señal de su «fe» en su gobierno. Trump agradeció a Cook y a Apple en su cuenta de Truth Social, subrayando que sin la administración actual, la empresa no habría hecho tal inversión.
Este plan de inversión también podría ser una respuesta a los aranceles internacionales impuestos por el gobierno de Trump, que han afectado a las relaciones comerciales de EE.UU. con países como China. Apple ha sido uno de los mayores contribuyentes al sistema fiscal estadounidense, habiendo pagado más de 75.000 millones de dólares en impuestos en los últimos cinco años, incluidos 19.000 millones solo en 2024.
Este anuncio coincide con la retórica de la administración Trump sobre «America First», una política que busca frenar la deslocalización empresarial y promover la manufactura en Estados Unidos. Además, la relación entre Apple y Trump ha evolucionado, con Cook habiendo entregado un millón de dólares a la campaña presidencial de Trump y cultivando una relación personal con el mandatario.
En 2018, Apple ya había prometido una inversión de 350.000 millones de dólares en EE.UU., junto con la creación de 20.000 nuevos empleos y la construcción de un campus en Austin, Texas, que aún está en construcción.
