Kiev acusa al Kremlin de no buscar la paz tras nueva oleada de ataques
Durante la noche del miércoles, Rusia lanzó un total de 86 drones de largo alcance contra territorio ucraniano, de los cuales 42 fueron derribados por las defensas aéreas y 26 eran drones réplica diseñados para confundir al enemigo, según informó la Fuerza Aérea de Ucrania este jueves. Sin embargo, 18 drones lograron alcanzar sus objetivos y provocaron daños en varias regiones del país.
Las explosiones afectaron infraestructuras en Járkov, Sumi, Dnipropetrovsk y Chernígov, ubicadas en el noreste, centro y norte de Ucrania. Los drones fueron lanzados desde territorio ruso y desde la península de Crimea, anexada por Moscú en 2014.
Este ataque ocurre apenas dos días después de que Ucrania, Rusia y Estados Unidos concluyeran en Arabia Saudí la primera ronda de negociaciones para establecer una tregua energética y un alto el fuego naval en el mar Negro, con el fin de avanzar hacia la paz. Aunque ambas partes aseguraron haber respetado la tregua energética, se han acusado mutuamente de violarla.
Zelenski: «El Kremlin no está interesado en la desescalada»
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, condenó los recientes ataques, asegurando que son una prueba de que Rusia no busca la paz.
«Ciudades ucranianas normales: Járkov, Sumi, Dnipró. Vida normal, y ataques rusos que nunca deberían haber sucedido», escribió en sus redes sociales.
Zelenski acompañó su mensaje con un video captado en Járkov, donde un partido de fútbol fue interrumpido por el sonido de un dron Shahed antes de una explosión. En las imágenes, los jugadores huyen del campo y se refugian en el suelo.
Según el mandatario, Járkov fue atacada con más de una decena de drones, causando daños en varios edificios y dejando al menos ocho heridos.
El jefe de la oficina presidencial, Andrí Yermak, reforzó la denuncia de Zelenski con una imagen de llamas y columnas de humo en la ciudad de Dnipró, que cuenta con más de un millón de habitantes. «Rusia sigue atacando a civiles», afirmó.
Zelenski llamó a la comunidad internacional a mantener las sanciones contra Rusia para presionar por un alto el fuego incondicional. Ucrania aceptó esta medida hace dos semanas, pero Moscú la rechazó, exigiendo el levantamiento de sanciones sobre su sector agrícola como condición para cesar los ataques en el mar Negro.
