El Parlamento de Corea del Sur aprobó este viernes una moción de destitución contra Han Duck-soo, primer ministro y presidente interino desde hace dos semanas, profundizando la crisis política que enfrenta el país tras la declaración de la ley marcial a principios de diciembre.
La destitución de Han, quien asumió el liderazgo interino tras la inhabilitación de Yoon Suk-yeol, representa un hecho inédito en la democracia surcoreana. Desde hoy, el ministro de Finanzas y vice primer ministro, Choi Sang-mok, asumirá de forma provisional las funciones de jefe de Gobierno y de Estado.
La moción fue impulsada por el opositor Partido Democrático (PD) y aprobada por 192 votos, coincidiendo con el número total de escaños de la oposición en el Parlamento, mientras que los diputados del gobernante Partido del Poder Popular (PPP) boicotearon la votación. Este último argumentaba que, al tratarse de un presidente interino, se requería una mayoría cualificada de dos tercios para aprobar su destitución.
El PD justificó la moción señalando que Han se negó a aprobar los nombramientos de jueces para el Tribunal Constitucional, una medida que consideran clave en el juicio contra Yoon Suk-yeol por la declaración de la ley marcial. El Constitucional debe decidir antes de junio si ratifica o no el cese de Yoon, pero la falta de jueces podría complicar el proceso.
La oposición busca acelerar el juicio político y forzar elecciones presidenciales anticipadas, donde tendría ventaja. Por su parte, el PPP parece intentar ganar tiempo, a la espera de que el Tribunal Supremo resuelva un caso por violación electoral contra el líder opositor, Lee Jae-myung.
El cese de Han profundiza la incertidumbre en el país, con un Parlamento polarizado y una oposición decidida a presionar con nuevas mociones y demandas de investigación contra Yoon y su esposa. La crisis institucional amenaza con prolongarse, dejando a Corea del Sur en un escenario político inestable y lleno de desafíos.