El invierno ha golpeado con dureza a la Franja de Gaza, dejando a cientos de miles de desplazados en una situación de extrema vulnerabilidad. En el área de Mawasi, al sur del enclave, las precarias tiendas de campaña que sirven de refugio no han logrado proteger a sus habitantes de las bajas temperaturas. En la última semana, cuatro bebés y un joven han fallecido debido a complicaciones relacionadas con el frío.
El doctor Ahmed Al Farra, jefe de pediatría del hospital Nasser en Jan Yunis, alertó sobre el incremento de muertes a causa de las condiciones miserables en las que sobreviven los desplazados. Entre las víctimas se encuentran tres recién nacidos y Ahmen Al Zaharna, un enfermero del hospital Europeo de Jan Yunis, encontrado sin vida en su tienda.
Las autoridades sanitarias advierten que la combinación de frío extremo, enfermedades infecciosas y desnutrición podría agravar la situación. El doctor Al Farra instó a las agencias humanitarias a proporcionar alimentos, ropa y refugios cálidos para evitar una tragedia mayor.
Philippe Lazzarini, comisionado general de la UNRWA, denunció que el suministro de mantas y equipos esenciales para el invierno sigue bloqueado a la espera de aprobación por parte de Israel. Según cifras oficiales, más del 80 % de las tiendas de campaña en Mawasi están inservibles, dejando a la intemperie a unas dos millones de personas desplazadas.
El Ministerio de Sanidad de Gaza calificó las tiendas como «refrigeradores de la muerte» y advirtió que la situación ya es crítica en este inicio de invierno, uno de los más fríos registrados en años. Por su parte, Unicef informó que muchos niños desplazados aún visten ropa ligera, insuficiente para enfrentar las bajas temperaturas.
Con casi un millón de personas necesitando ropa y suministros para el frío, la ONU advierte que este invierno podría ser devastador si no se toman medidas urgentes para atender a la población afectada.
