
Decenas de rescatistas de Tailandia continúan este sábado las labores de búsqueda de supervivientes entre los escombros de un edificio en construcción que colapsó en Bangkok tras el fuerte terremoto de magnitud 7,7 registrado el viernes en Birmania. Un total de 320 personas se encontraban en el lugar en el momento del derrumbe, y aunque la mayoría logró ponerse a salvo, las autoridades han confirmado al menos ocho muertos y decenas de heridos y desaparecidos.
A lo largo de la jornada, los equipos de rescate han logrado detectar a unas 15 personas con signos vitales atrapadas bajo los escombros. Estas personas están siendo atendidas por el personal médico desplegado en la zona, donde también se ha instalado un hospital de campaña para asistir a los rescatados. Las labores continúan con la esperanza de encontrar más supervivientes.
El terremoto, que ocurrió a las 12:50 hora local (6:20 GMT) del viernes, causó daños de distinta magnitud en más de 700 edificios en Bangkok. Las autoridades informaron de la evacuación de dos edificios residenciales considerados inseguros y de la necesidad de inspeccionar al menos 200 rascacielos para garantizar su estabilidad estructural. El gobierno local ha abierto un centro para recibir quejas de los ciudadanos y canalizar solicitudes de inspección gratuita de edificios.
Además de las víctimas mortales y los heridos, el terremoto ha provocado el miedo generalizado entre la población, con muchos habitantes optando por pasar la noche en parques públicos ante la amenaza de nuevas réplicas. Aunque la mayoría de las autopistas y el transporte público de la ciudad ya están operativos, las zonas cercanas al derrumbe siguen restringidas.
Las autoridades tailandesas han declarado el estado de emergencia en Bangkok y continúan trabajando en la evaluación de los daños. El terremoto tuvo su epicentro en Birmania, a unos 17 kilómetros de Mandalay, y fue sentido en varios países vecinos, incluidos China, India y Tailandia, donde ha dejado importantes secuelas materiales.