Un ataque aéreo israelí sobre un edificio residencial en Beit Lahia, en el norte de la Franja de Gaza, dejó al menos 77 muertos, incluidos 17 niños, según informaron las autoridades sanitarias del enclave. En el edificio de cinco plantas se refugiaban cientos de civiles desplazados, muchos de los cuales siguen atrapados entre los escombros. Este bombardeo se produce en el marco de un cerco militar que el Ejército israelí mantiene en la zona desde hace 24 días, acompañado de una incursión terrestre y una intensa campaña de ataques aéreos.
Medios palestinos informaron también de un ataque posterior cerca del hospital Kamal Adwan, el cual ya había recibido a decenas de heridos del bombardeo en Beit Lahia. La falta de recursos y el asedio sobre los hospitales del norte de Gaza han dejado a estos centros sin capacidad para atender a los heridos, según denunciaron las autoridades locales. Mahmud Basal, vocero de Defensa Civil, explicó que su sistema de emergencias ha sido severamente afectado por la ofensiva, sumado al arresto y desplazamiento de sus trabajadores.
La situación en Gaza se agrava con otros ataques nocturnos que han afectado viviendas y provocaron un incendio en la escuela Al Fajoura, vinculada a la UNRWA, en la que también se refugiaban civiles. La agencia de noticias Wafa mostró imágenes de decenas de cadáveres cubiertos junto a los escombros en un escenario que las autoridades palestinas describen como una “masacre”.
En paralelo, el Ejército israelí informó que sus fuerzas eliminaron a unos 40 milicianos en combates en el área de Yabalia, sin referirse al ataque en Beit Lahia. Desde el inicio del conflicto el 7 de octubre, los bombardeos han dejado un saldo de más de 43.000 muertos en Gaza, la mayoría mujeres y niños, y más de 101.000 heridos, según cifras del Ministerio de Sanidad del enclave.
