La aerolínea surcoreana Jeju Air enfrenta una grave crisis tras el accidente de su vuelo 7C2216 ocurrido el domingo, que dejó 179 muertos y solo dos sobrevivientes. Este siniestro, considerado el peor de la aviación civil en Corea del Sur y el más trágico a nivel mundial en 2024, ha desencadenado una serie de cancelaciones masivas y una fuerte caída en el valor de las acciones de la compañía.
Desde el accidente, se han registrado 67 mil cancelaciones de reservas en vuelos de Jeju Air, divididas entre 33 mil en rutas internacionales y 34 mil en servicios domésticos. Además, una veintena de pasajeros se negó este lunes a abordar un avión de reemplazo de la aerolínea, tras reportarse problemas en el tren de aterrizaje de otro Boeing 737-800.
El vuelo accidentado estalló al aterrizar sin el tren de aterrizaje desplegado, colisionando con un muro fuera de pista en el aeropuerto de Muan, a 290 kilómetros de Seúl. El mal funcionamiento de este sistema se perfila como una de las causas principales de la tragedia.
En respuesta, las acciones de Jeju Air cayeron un 8,65% en la Bolsa de Seúl, mientras que las de su matriz, Aekyung Holdings, retrocedieron un 12,12%. Agencias de viajes han reportado la suspensión de campañas promocionales y un aumento significativo en las cancelaciones de paquetes turísticos, agravando aún más la situación de la industria.
La tragedia ha generado un fuerte impacto en la opinión pública surcoreana y plantea serios cuestionamientos sobre los estándares de seguridad aérea de las aerolíneas de bajo costo en la región.
