La OTAN ha designado al primer ministro en funciones de los Países Bajos, Mark Rutte, como su próximo secretario general, quien asumirá el cargo el 1 de octubre. Rutte sustituirá a Jens Stoltenberg, quien ha ocupado el puesto durante los últimos diez años.
La decisión fue tomada por el Consejo del Atlántico Norte, el principal órgano de toma de decisiones de la OTAN, durante una reunión en Bruselas. Este nombramiento pone fin a varios meses de especulación sobre el sucesor de Stoltenberg, especialmente después de la retirada de la candidatura del presidente rumano, Klaus Iohannis.
Mark Rutte, respaldado desde el principio por Estados Unidos, logró también el apoyo de países inicialmente reacios como Turquía y Hungría. La elección de Rutte será ratificada oficialmente durante la cumbre de la OTAN que se celebrará en Washington del 9 al 11 de julio.
Jens Stoltenberg expresó su satisfacción por la elección de Rutte, destacando su capacidad como líder y creador de consenso. «Le deseo mucho éxito mientras seguimos fortaleciendo la OTAN. Sé que dejo la OTAN en buenas manos», afirmó Stoltenberg.
Rutte se enfrentará a importantes desafíos, principalmente la amenaza que representa Rusia. La OTAN ha identificado a Moscú como su principal amenaza y busca mantener una fuerte defensa y disuasión para evitar que el conflicto en Ucrania se extienda a países aliados.
Durante su mandato, Rutte también tendrá que gestionar el aumento del gasto en defensa entre los aliados europeos y Canadá, con el objetivo de que la inversión en defensa represente al menos el 2% del PIB de cada país miembro.
En respuesta a su nombramiento, el Kremlin afirmó que la elección de Rutte no cambiará la política de la OTAN hacia Rusia, acusando a la Alianza de intentar «reprimir estratégicamente» a la Federación Rusa.
Otros aspectos a los que Rutte deberá prestar atención incluyen las relaciones con China y los desafíos en el Pacífico, así como la estabilidad en la región sur de la Alianza, abarcando conflictos en el Medio Oriente y la presión migratoria en el Sahel.
Finalmente, Rutte deberá trabajar para mantener la unidad de los 32 países miembros de la OTAN y prepararse para las posibles implicaciones de un cambio en la presidencia de Estados Unidos.
Por: Radio Maray
