«El porqué del día a día de Atacama» Por Guillermo Cortes Lutz (Dir. Museo Regional de Atacama – Historiador)

La historia y la ciencia histórica, independientemente de la conceptualización que le hayan asignado los diversas autores y teóricos, que han escrito sobre ella, tiene como constante dentro de sí dos  vectores  que  le dan su especial fisonomía,  vectores que a la vez entregan la información  pertinente para  su estudio,  análisis y comprensión, nos referimos a las dimensiones:

 

a)    Temporal (cronológica)

b)    Espacial   ( geográfica )

 

El Historiador John Robert[1] ha dicha al respecto que: la Cronología en inherente a la historia,  en esa misma línea argumentativa se ha planteado Ricardo Krebs: Continuidad  y cambio  constituyen las categorías fundamentales de la temporalidad histórica. La conciencia del tiempo y de la historia  en sí misma es un fenómeno histórico  y se desarrollo  y modifico  en el curso de los tiempos[2].  Enmarcado en estos conceptos se puede afirmar  que el tiempo es dentro del estudio histórico uno de sus  componentes centrales para el desarrollo cognitivo, axiológico y comprensivo de nuestra ciencia, de esta forma la historia logra entonces sus objetivos de ser;  generadora de conciencia,  social, política, de género, de  clase,  territorial, de ciencia de los social y  que  por lo tanto presenta  un profundo sentido pedagógico. Es tal vez  por ello, que  desde la filosofía muchas veces se tenga la idea de que la historia esta determinada por la coordenada temporal, definiendo a la historia, como:  ”Serie de estados por los que pasa sucesivamente un individuo o grupo social”.

Pero, si bien concebimos al tiempo es una constante de la historia, no podemos olvidar que este es una formalidad orientadora,  ya que  nuestro año cero es un juicio consensuado, si nos comparamos  con el calendario  judío, tenemos una diferencia de  más de 3760 años, o el Musulmán    donde el año cero , para ellos, es el 622 para nosotros,  o los mismos cambios que ha sufrido nuestro  propio tiempo,  debemos tener  presente los cambios del calendario, del juliano al gregoriano (durante el renacimiento), la misma revolución francesa busco erigirse en año cero,  u otras propuestas con relación al manejo del tiempo histórico,  como el tiempo eje de Karl Jaspers. Sin duda los tiempos son  distintos y también variables, pero son la herramienta para saber en qué lugar de la historia  nos ubicamos y nos ocupamos.     Pero, a pesar de esto será el tiempo  con sus precisiones de siglos, décadas, años y finalmente con el hito exacto lo que nos da la rigurosidad disciplinar  dentro del estudio y análisis de la historia. Esta rigurosidad que podría aparece a primera vista  como una  suerte de positivismo e incluso anacronismo  científico, finalmente es el elemento más poderoso al momento de hacer comprensible la historia  al gran público, de allí que sostengamos que el conocimiento del tiempo es el elemento que hace de la historia un saber democrático y herramienta para el conocimiento la crítica  y  el progreso humano.

Ahora bien la historia en cuanto a su definición como  ciencia, le da al tiempo la cualidad de transformarse en el eje vertebrador del conocimiento, dicho en otras palabras el tiempo constituye el esqueleto del corpus histórico. Este Eje vertebrador es la periodificacion de la historia.  Lo importante es que este modelo tiene una naturaleza iterativa, podemos encontrar divisiones generales y divisiones temporales locales.   La división  en periodos es aplicable tanto a la historia general  como a las historias particulares , ya sean por regiones , por grupos o actividades[3] .  Y eso busca este trabajo,  entregar por   cada día,  ciertas noticias, cierta información,   siempre incompleta, por cierto,  sobre los hechos de importancia  ocurridos en Atacama, por ello hablamos de 365 días en nuestra región.  

El hito temporal, en muchos casos con exactitud precisa,  es el nacimiento o fin de un determinado periodo histórico y por lo tanto tiene  por su  naturaleza una gran significación para el devenir histórico. Allí radica entonces su importancia y la trascendencia de la ciencia histórica por conocerlo y manejarlo. En especial, cuando este nos entrega información sobre hechos particulares,  a veces  de gran conocimiento u otras veces más desconocidos sobre el día a día, por ello este trabajo se convierte en un diccionario de efemérides , razonado y critico.  Retomado al citado  John Roberts, presentamos al lector un mapa cronológico de los hechos de Atacama.

 Junto a  todo lo anterior  debemos decir que la dimensión temporal, en su aplicación más fina el hito exacto es el que ordena el conocimiento y permite  su mejor  comprensión, pero sobre todo, dada su  naturaleza pedagógica,  democratiza   profundamente, el conocimiento de la historia.

 

 

[1] El historiador británico John M. Roberts,  fue vicerrector de la Universidad de Southampton, Inglaterra, entre sus obras destaca  su. Historia universal ilustrada (Círculo de Lectores, en 10 tomos).

[2] KREBS,Ricardo: El Tiempo Histórico, En:  El Tiempo en las Ciencias, Ed, Universitaria, Santiago, pág. 154 y 155

[3] DELGADO,Gloria: El Mundo Moderno y Contemporáneo, Ed. Pearson, México D.F., 1999, PÁG. 4

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