La semana pasada fuimos parte de un momento histórico: la entrega del terreno donde se construirá el esperado Centro de Salud de Huasco Bajo. La emoción y el entusiasmo eran palpables, especialmente entre los dirigentes sociales que representan a una comunidad que ha esperado por este avance durante años.
Este proyecto, que cuenta con una inversión de 6 mil millones de pesos, será un edificio de dos pisos, con seis áreas distintas distribuidas en 1.063 metros cuadrados, ubicado en una colina que regala una vista privilegiada al verdor del valle. Su entrega está programada para el primer semestre del próximo año y estará completamente equipado, incluyendo dos vehículos para mejorar el acceso a la atención.
Este hito forma parte del convenio de programación que hemos impulsado entre el Ministerio de Salud y el Gobierno Regional, una estrategia que prioriza la inversión en infraestructura de salud en Atacama. Este acuerdo ya está transformando y mejorando la red de centros de salud, hospitales y Cesfam, con intervenciones en 17 de los 19 establecimientos públicos de la región.
Otro ejemplo de obra importante a concretarse próximamente es el Cesfam Altiplano Norte de Vallenar, que además contará con un SAR (Servicio de Alta Resolutividad) funcionando 24/7. Este servicio no solo permitirá diagnósticos rápidos para enfermedades que requieren atención urgente, sino que también descongestionará el Hospital Provincial del Huasco, optimizando la atención en toda la provincia.
Dentro de los próximos meses, también concluirá el Hospital Comunitario de Diego de Almagro, una obra de tres pisos que integrará una moderna Unidad de Rehabilitación y una Unidad de Atención Primaria Oftalmológica (UAPO). Por su parte, el Cesfam Manuel Rodríguez en Copiapó concluirá su nuevo edificio, diseñado para responder al crecimiento de su comunidad, con instalaciones más amplias y modernas.
En Copiapó, el nuevo edificio del Cesfam Manuel Rodríguez concluirá, de acuerdo a lo planificado, a principios del segundo semestre, con más espacio para una comunidad que ha crecido, por lo que tendrá dos pisos y modernas instalaciones.
Todas estas infraestructuras son necesarias, representan un avance significativo, pero somos conscientes de que construir edificios no es suficiente, se requiere de cambios profundos; y es por ello que, desde el Ministerio de Salud, nuestro compromiso es fortalecer la atención primaria bajo un enfoque de salud familiar y comunitaria. Este modelo busca prevenir enfermedades, reconocer las particularidades de cada territorio y trabajar directamente con las personas, las familias y las organizaciones sociales para promover estilos de vida más saludables.
En este camino, como SEREMI de Salud de Atacama hemos asumido un rol clave como secretaría ejecutiva del convenio de programación, coordinando esfuerzos, monitoreando avances y facilitando el diálogo con todos los actores involucrados. Llegar al corte de cinta es un motivo de orgullo, pero también un recordatorio de la responsabilidad de continuar impulsando una reforma que haga de la salud pública un sistema más cercano, humano y preventivo.
Estamos construyendo más que edificios; estamos levantando un sistema de salud que cuida y protege a las personas, con la certeza de que estamos sembrando el futuro de una región más saludable y equitativa.
