La presidenta de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Susana Jiménez, celebró la posibilidad de que el impuesto de primera categoría a las empresas, también conocido como impuesto corporativo, se reduzca del 27% al 24%, según lo señalado por el ministro de Hacienda, Mario Marcel.
El secretario de Estado planteó que la disminución de este gravamen se alinea con la mediana de los países de la OCDE, lo que, a su juicio, permitiría mejorar la competitividad sin comprometer la estabilidad fiscal. Sin embargo, enfatizó la necesidad de que esta reducción sea compensada adecuadamente para no afectar la recaudación del Estado.
Desde la CPC, Jiménez calificó el anuncio como una señal positiva y destacó que representa un consenso respecto a que la carga tributaria empresarial en Chile es elevada en comparación con otros países desarrollados. La dirigenta gremial subrayó que el actual 27% deja al país en desventaja frente a economías con mejores incentivos para la inversión y el desarrollo de empresas.
Asimismo, explicó que la CPC ha propuesto implementar un impuesto a los dividendos como una medida que podría mitigar la reducción en la recaudación fiscal. Según Jiménez, una baja en la tasa impositiva puede generar un estímulo al crecimiento económico que compensaría cualquier disminución en los ingresos fiscales. No obstante, advirtió que es fundamental conocer en detalle la propuesta del Ejecutivo para asegurar que no se introduzcan aumentos en otros tributos que podrían afectar la actividad económica.
En otro ámbito, la presidenta del gremio empresarial también abordó la incertidumbre generada por la escalada en la guerra comercial entre Estados Unidos y China, destacando los posibles efectos negativos para la economía chilena.
Jiménez señaló que cualquier conflicto económico entre estas dos potencias impacta directamente a Chile, ya que ambos países son sus principales socios comerciales. Advirtió que un incremento en las barreras arancelarias y restricciones al comercio internacional podría encarecer productos, desacelerar el crecimiento global y reducir la demanda por exportaciones chilenas, en especial el cobre, que es el principal producto de exportación del país.
Ante este escenario, hizo un llamado a que el país despliegue todas sus capacidades diplomáticas y comerciales para mitigar los efectos adversos de la guerra comercial y preservar la estabilidad del comercio exterior.