Chile consolidó su posición como referente regional en energías limpias con la inauguración de la planta solar Quillagua, el proyecto fotovoltaico con almacenamiento en baterías más grande de Latinoamérica. Ubicada en el desierto de Antofagasta, esta infraestructura representa un nuevo hito en el avance hacia una matriz energética sustentable y resiliente.
La central, desarrollada por la empresa Contour Global, cuenta con una capacidad instalada de 221 MWp y un sistema de baterías de 1.2 GWh. Esta tecnología permite suministrar 200 MW durante 6.2 horas tras la puesta de sol, asegurando energía solar continua incluso durante la noche, y facilitando la inyección de excedentes al sistema eléctrico nacional.
El CEO de Contour Global, Antonio Cammisecra, calificó la iniciativa como “clave para estabilizar la red”, ya que ayuda a balancear la sobreoferta diurna y la demanda nocturna. En esa línea, también adelantó que la compañía evaluará el desarrollo de proyectos eólicos, ampliando la diversidad tecnológica de sus soluciones energéticas en Chile.
El país, que posee un potencial energético renovable 70 veces superior a su demanda actual, ha multiplicado por diez la participación de la energía solar y eólica en los últimos seis años. De acuerdo con las proyecciones oficiales, se estima que las energías renovables cubrirán el 70% de la matriz energética nacional antes del año 2030.
